Sánchez se inventa una cacicada para aprobar el «impuesto a los ricos» hurtando poder al Congreso

Pedro Sánchez y María Jesús Montero
Pedro Sánchez y María Jesús Montero.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno ha decidido tramitar el llamado «impuesto a la solidaridad de las grandes fortunas» como enmienda parcial a la proposición de ley que regula los impuestazos a las energéticas y las entidades de crédito. Se trata de una maniobra que acelera los trámites parlamentarios, evita la necesidad de recabar informes o escuchar a expertos y hurta también a los grupos la posibilidad de presentar sus propias enmiendas al gravamen.

Este impuesto que, según el Gobierno, estará en vigor en 2023 y 2024 tendrá tres tramos que gravarán los patrimonios a partir de 3 millones de euros.

La medida, pactada por PSOE y Podemos en septiembre, contemplaba un tipo del 1,7% para patrimonios de entre 3 y 5 millones, del 2,1% para patrimonios de entre 5 y 10 millones y del 3,5% para patrimonios de más de 10 millones de euros.

Hacienda calculó entonces que el impuesto permitiría recaudar 1.500 millones en dos años. Su utilidad, en cambio, es muy limitada. Como ha publicado OKDIARIO, apenas aportará 12,3 euros al mes a las personas en riesgo de pobreza o exclusión social.

Este impuesto ha desatado una guerra fiscal entre el Gobierno y las comunidades autónomas. La Comunidad de Madrid ya anunció en su día que lo recurrirá ante el Tribunal Constitucional alegando que choca con la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas, por lo tanto, se estarían invadiendo competencias y yendo en contra de la jerarquía normativa.

«Es un impuesto que no es de solidaridad, que es una broma de mal gusto. Solidaridad sería bajarse los sueldos, cosa que no ha hecho el Gobierno, reducir ministerios, cosa que tampoco hace el Gobierno», apuntó la dirigente regional.

El impuesto ha provocado amplios debates en el seno del Ejecutivo. E incluso Pedro Sánchez lo despreció en su día, tachándolo de «idea fetiche» de Podemos.

«Intelectualmente, ¿cómo voy a estar en contra de que quienes tienen más paguen más impuestos? La cuestión es si no deja de ser un fetiche o entramos de lleno, de verdad, donde están esos patrimonios y les hacemos tributar», afirmó en una entrevista en La Sexta.

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